GRADO 11- EXPOSICIÓN 6- SEGUNDO PERÍODO- 2025
VOLUNTARISMO
Es una nueva orientación
para la vida, frente al agnosticismo, que tiene una gran influencia de la
filosofía hindú. Los representantes más importantes son:
1 ARTHUR
SHOPENHAUER (1788-1860)
Nació en Danzig, Alemania.
Como era hijo de un próspero comerciante, fue enviado a estudiar a Francia y
Londres. Realizó sus estudios universitarios en medicina, ciencias naturales e
historia. Llegó a la Universidad de Berlín en 1811, en el momento que había estallado
la guerra con Napoleón. Después de obtener su doctorado disfrutó de la amistad
de Goethe en casa de su familia. A pesar que escribía mucho, sus escritos no
tenían mucha acogida hasta 1851 que publicó Parerga y Paralipómena, que
disparó su fama, por su visión pesimista del mundo y que los jóvenes seguían
tras la desilusión de la revolución de 1848. Su pensamiento intentó ser una
auténtica crítica de la razón y cuestionó el racionalismo dominante en la
filosofía occidental. Afirmó que el mundo, tal como se presenta al sujeto
cognoscente, era sólo una apariencia que eludía la auténtica realidad, captable
como un impulso, una tendencia o un deseo, reducible a las condiciones del
entendimiento y que, en consecuencia, resultaba irracional. Según él, el mundo
estaba hecho del mismo material que los sueños, el “velo de maya” de los
hindúes. Sólo existía una fuerza cósmica, la voluntad, que provocaba
tanto el nacimiento de las estrellas como la generación y desaparición continua
de nuevos seres. Los hombres se veían atrapados en una paradoja: no podían
resistirse al impulso de la voluntad ciega e irracional de su propia
naturaleza, que muchas veces les ocasionaban sufrimientos y, a la vez,
aspiraban a verse libres del mundo. Para librarse o reducir el sufrimiento,
Schopenhauer propone dos caminos: el primero es la muerte, pero esta vía es una
realidad ilusoria y engañosa, pues la muerte es un trance en el que la
naturaleza, una vez acabada su función en el ser humano, pone un nuevo
individuo en el mismo lugar para continuar su tarea sin fin y , así, el
sufrimiento no termina. El segundo camino, es la vía que recorren los místicos
y ascetas que, mediante la aniquilación de la voluntad y su victoria sobre la
naturaleza, consiguen rasgar el velo de maya y ver más allá. Ésta es la
única salida y victoria posible. Schopenhauer afirmó descubrir la cosa en sí,
que no era otra cosa que la voluntad, a partir de ahí. Diferenció la labor del
filósofo de la del místico: al primero sólo le era posible aspirar a cierta
tranquilidad ante el mundo gracias a su conocimiento; únicamente al místico le
estaba reservada la victoria sobre el mundo, la visión de la cosa en sí.
No obstante, su pensamiento ser la antesala de la mística, Schopenhauer rechazó
las religiones sistematizadas socialmente con la misma fuerza que admiró a
místicos y ascetas. Entre sus obras más destacadas, están: Sobre la cuádruple
raíz del principio de razón suficiente (1813), El mundo como voluntad y
representación (1819), Sobre la voluntad en la naturaleza (1836).
2 FRIEDRICH
NIETZSCHE (1844-1900)
Nació en Röcken, Alemania
y fue hijo de un pastor luterano, por lo que creció en un ambiente dominado por
el pietismo protestante, el cual se caracterizaba por su rigidez y austeridad.
Estudió en el internado de la Escuela de Pforta, donde recibió sus primeros
conocimientos sobre la antigüedad clásica. Más tarde, estudió filología en las
Universidades de Bonn y Leipzig, donde entró en contacto con la filosofía de
Schopenhauer que influyó fuertemente en la formación de sus ideas. Es
considerado como uno de los más radicales y sugerentes pensadores de finales
del siglo XIX y principios del XX. Su filosofía fue, ante todo, una crítica que
arremetió contra todas las formas de pensamiento y todos los valores morales de
la tradición occidental. Para Nietzsche, defender la razón significaba olvidar
la verdadera clave de la condición humana: el hombre no era sólo voluntad, sino
voluntad de existir. El hombre era una fuerza irracional más potente que la
razón. Nietzsche planteó que no debía sucumbirse ante el dictado absoluto de la
razón (lo apolíneo), sino que el hombre debía prestar atención también a
las pasiones, a los instintos (lo dionisiaco) y a la vida en toda su
riqueza. El amor a la vida debía hacer del hombre un ser que fuera más allá de
sí mismo (un superhombre); pero para llegar a este estadio era preciso
destruir todos los valores tradicionales y crearlos de nuevo (la transvaloración
de los valores): el primer paso en este proceso consistía en aceptar el nihilismo,
es decir, la negación absoluta de cualquier principio religioso, político o
social, pues estaba convencido que los valores tradicionales representaban una
moral esclava, creada por personas
débiles y resentidas que fomentaban comportamientos de sumisión y conformismo.
Una vez destruidos los falsos valores, el hombre estaba en condiciones de
afianzar su voluntad de poder, la cual no se entendía como
dominio sobre otros (como algunos interpretaron) sino sobre uno mismo, el cual
era necesario para la creatividad.
Para llegar al
superhombre, el espíritu humano debe vivir tres transformaciones, según lo
declara Zaratustra, que es el personaje que Nietzsche crea para
manifestar su filosofía. Como lo plantea metafóricamente, las transformaciones
son: una, el camello, representa la fortaleza de llevar las
cargas de la tradición con resignación. Dos, la del león, simboliza la
lucha, el inconformismo, el cambio y, tres, la del niño, etapa de la
inocencia, de la limpieza y la posibilidad de la creatividad. Además de este proceso
y de los conceptos mencionados, la filosofía de Nietzsche plantea temas como la
corporeidad, lo dionisiaco y lo apolíneo, el eterno retorno y otros, que hacen
que está sea considerada vitalista e irracional.
Entre la amplía obra que
creó, se destacan los siguientes títulos: El origen de la tragedia
(1872), Humano, demasiado humano Un libro para espíritus libres (1878-1880), Así habló Zaratustra (1882),
La gaya ciencia (1882), Más allá del bien y el mal
(1886), Genealogía de la moral (1887), El crepúsculo de los ídolos
(1888) y la Voluntad de poder, publicada después de su muerte. El
pensamiento de Nietzsche sigue siendo muy influyente en la actualidad, no
solamente por lo que dice sino también por la forma como lo dice. A cautivado a
personas de todos las géneros y profesiones, por ello muchas veces se corre el
peligro de mal interpretarlo.
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